El "gadget" no hace al monje

Con este título empiezo mi primera reflexión del año, como siempre desde el respeto y partiendo de mi experiencia, no necesariamente extrapolable a deportistas (o amagos de deportistas).

Tras este aviso a las susceptibilidades empiezo el cuerpo del post...referente al mercado de material o como suelen decir en tono más técnico , los "gadgets". 

Los que me conoceis sabeis que suelo ser bastante austero en la compra de material, tal vez más por posibilidades económicas que por convicción. Pero intento repartir el sueldo de profesor con hipoteca y familia del modo más equilibrado que mis principios dictan.

Es por ello que la mayor parte del calzado proviene de material de testeo del portal y salvo la bici de carretera que fue una buena compra calidad-precio , no he comprado nunca una bici nueva. Ni la primera btt cuando empecé en duatlón de montaña en 2003 ni la actual Olympia que pude comprar al bueno de Pep. 

A pesar de tener  bicis decentes y buen material a un precio dentro de mis posibilidades, la experiencia me enseña que compañeros o competidores con material de teórico "menor calidad" han tenido o obtienen mejores resultados con una inversión menor o mucho menor. 

Ahí tenemos el debate... ¿en que momento de nuestra forma física vamos a notar la mejora patente en nuestras marcas con un material "tope de gama"? 

Creo que son muy pocos los elegidos que van a sacar el jugo a ese material a nivel de eficiencia y siempre hablando de deportistas con un gran bagaje y con unos objetivos claros de batir marcas. Por tanto excluyo al 98% de mis amig@s y compañer@s.

Aún así veo continuamente como la gente invierte en ese tipo de material, obviamente no lo critico. Insisto en que no se que haría yo en una posición económica diferente. Seguramente me sumaría al carro , pero un carro tope de gama, evidentemente.

Lo que seguramente jamás haría es creerme mejor deportista por "poseer" un material mejor o tener un estatus económico diferente y mucho menos mirar por encima del hombro al que no llega (o no quiere llegar) a esos números porque se , que en un momento dado, me pueden dar un hachazo en un entreno o en una competición y todo mi ego cultivado a base de talonario va a tener que buscarse una buena excusa para justificar mi rendimiento.

Resumiendo, este año he aprendido entre otras muchas cosas, que el gadget no hace al triatleta y que voy a seguir disfrutando cuando logro quedar por delante de presupuestos que duplican al mio de manera proporcional a la admiración por los que exprimen su presupuesto y que me pasan por delante ya que veo en ell@s un doble mérito....








0 comentarios:

Publicar un comentario